Poner en arriendo una propiedad puede ser un desafío, en especial cuando lo haces por primera vez: seleccionar inquilinos, elaborar un contrato, escoger la plataforma de publicación, etc. ¡Pero no te agobies! Revisa esta ruta crítica de ocho pasos y podrás actuar informadamente. 

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Fija un precio competitivo

A la hora de poner en arriendo una vivienda, el anhelo de todo propietario es alcanzar el mejor precio y así rentabilizar su inversión. Sin embargo, es importante que el precio de arriendo que establezcas sea lo más competitivo posible para atraer a la mayor cantidad de interesados. Es imprescindible además, que sea coherente con el mercado (¡el mercado manda!) y que considere factores como ubicación, tamaño, características, estado de conservación, antigüedad, e incluso, en el caso de los departamentos, pueden ser determinantes variables como la orientación y la altura. 

Una vez determinadas las cualidades y características del inmueble, analiza el segmento de viviendas con rasgos similares a través de los portales inmobiliarios y cuando tengas una media de precios que te resulte correcta para tu propiedad, añádele un margen de negociación. Es recomendable que el precio base esté en un 5 a 10 por ciento por encima de lo que tienes previsto cobrar a tu inquilino, así te otorga cierto margen de negociación. 

Fotos tentadoras

¡Todo entra por los ojos! Por eso, al momento de publicar tu propiedades en los sitios web inmobiliarios las fotografías cobran especial trascendencia, y logran, por sí solas, hacer buena parte del trabajo de captación de interesados. Por eso, lo más importante al momento de subir tu aviso de arriendo es contar con imágenes iluminadas, que presenten una agradable composición del espacio que quieres mostrar y ojalá horizontales. Mientras más fotos y de mejor calidad tengas, más cerca estarás de un posible interesado.

Con las fotografías listas, carga tu publicación en algunos de los portales inmobiliarios disponibles, junto con información relevante de tu propiedad: precio de arriendo, metros cuadrados, cantidad de dormitorios, etc. Mientras mayor información aportes sobre las condiciones y características de la vivienda y su entorno, mejor será la probabilidad de que lo contacte un cliente interesado en concretar un arriendo. No olvides añadir detalladamente tus datos de contacto. 

Evalúa a los candidatos

Si el aviso de tu propiedad surte efecto, y comienzas a recibir solicitudes de arriendo, es el momento para evaluar acuciosamente a los interesados, asegurándose que el perfil coincida con tus requerimientos preliminares en cuanto a género, estado civil, grupo etario, etc.

El primer paso es conocer la situación financiera y laboral del candidato. Si el arrendatario o codeudor solidario es persona natural dependiente (empleado), deberás solicitarle los siguientes documentos:

  • Acreditar una renta líquida no sea inferior a tres veces el valor del arriendo.
  • Fotocopia de cédula de identidad por ambos lados.
  • Tres últimas liquidaciones de sueldo.
  • Renta variable, seis últimas liquidaciones de sueldo.
  • Copia del contrato de trabajo (Indefinido).
  • Certificado de AFP con los 12 últimos meses cotizados.
  • Certificado de informe comercial.
  • Si la renta es menor a la indicada, analizar si tiene otros ingresos formales.

En cambio, si el arrendatario o codeudor solidario es persona natural independiente, necesitarás lo siguiente:

  • Renta líquida no sea inferior a tres veces el valor del arriendo.
  • Fotocopia de cédula de identidad por ambos.
  • Tres últimas declaraciones de renta anual (Formulario 22).
  • Informe de Boletas emitidas por SII de los 6 últimos meses.
  • Seis últimos pagos de impuesto mensual (Formulario 29).
  • Informe comercial.
  • Si la renta es menor a la indicada, analizar si tiene otros ingresos formales.

Es importante solicitar un codeudor solidario tanto para los trabajadores dependientes como independientes y este debe presentar los mismo documentos solicitados que el arrendatario para su evaluación. Será él quien asumirá las obligaciones del arrendatario en caso de mora. 

Si quieres conocer algunas recomendaciones para encontrar buenos arrendatarios, revisa la nota “¿Buscas arrendatario? Ocho consejos para encontrar al candidato ideal” 

Prepara un inventario

Horno, lámparas, cortinas, cerraduras, citófono y calefactores. Todo debe estar debidamente especificado en el inventario. Se trata de un documento por medio del cual se deja constancia de los diferentes enseres o muebles que se encuentren al interior del inmueble. Al momento de la devolución, se deberá constatar la existencia y estado de cada elemento contenido en el inventario.

Elabora un contrato claro (y notariado)

Si diste con el candidato que reúne todos los requisitos para arrendar tu propiedad, llegó el momento de formalizar la operación a través de un contrato. Gracias a este documento formal, es posible dejar claras las reglas sobre las condiciones del arrendamiento y disposiciones sobre el precio, reajustes, renovación, vigencia del contrato y mejoras permitidas.

Algunos de los antecedentes que debe incluir un contrato de arriendo son los siguientes:

  • Nombre y datos generales del propietario o de la persona con las facultades legales para rentar la propiedad.
  • Ubicación y descripción del inmueble a arrendar.
  • El monto a pagar, especificando la periodicidad (si es por mes, año u otro). También se debe indicar si el pago es por adelantado o por plazo vencido, si no se indica, se da por hecho que es por periodo vencido. 
  • Reajuste del monto de la renta, la que puede ser, por ejemplo, de manera anual según las variaciones positivas del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
  • Garantía. Debe especificar el monto (que normalmente corresponde a un mes de arriendo) y las condiciones de devolución al terminar el contrato. 
  • En este documento debe ir anexado el inventario del bien inmueble.

Valida el contrato

Una vez listo el contrato, llegó la hora de darle validez a través de la firma de ambas partes. Pero ojo, que hoy en día, además de la rúbrica tradicional en papel, es posible firmar electrónicamente. Si bien, la legislación chilena no obliga a legalizar el contrato de arrendamiento en una notaria, es recomendable hacerlo en caso de tener que presentarlo como prueba en un eventual juicio de arriendo.

Busca ayuda profesional

Un buen corredor de propiedades utilizará su conocimiento del mercado local, además de sus habilidades de negociación, para ayudarte a poner tu propiedad en arriendo. Si estás arrendando por primera vez, de seguro el consejo de un experto en bienes raíces puede marcar la diferencia entre un trato exitoso y un gran dolor de cabeza.

Puedes encontrar un formato tipo de contrato de arriendo aqui