Según datos de la corredora de propiedades inglesa, Yopa, el 69% de los encuestados ha pospuesto su mudanza por considerarlo estresante. Es así como el cambio de casa es considerado por los entrevistados más angustiante que divorciarse, tener un hijo y casarse. La verdad es que, ya seas un nuevo propietario o arrendador, la mudanza es un trámite que no puedes saltar. Pero con una buena cuota de planificación, paciencia y siguiendo estos tips, tu cambio de casa puede ser una experiencia positiva. La anticipación es clave, por esto hemos dividido los consejos por período de tiempo.

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Un mes antes de la mudanza: ¿Hacerlo uno mismo o contratar una empresa? 

Entre 3 y 4 semanas antes de tu mudanza, deberás decidir si realizarás el cambio de casa por tu cuenta o necesitarás ayuda de una empresa que te ayude a embalar. Si tienes poco tiempo o una casa grande, los expertos recomiendan contratar una empresa de mudanza. En la actualidad la mayoría de estos servicios tienen sistemas de cotización digitalizados, lo que hace mucho más fácil la tarea. Puedes cotizar online en pocos minutos o agendar una visita de estimación de volumen si consideras que tu mudanza es más compleja.
Además, aprovecha este período para dar de baja prestaciones como internet, cable o servicios básicos. También se recomienda comenzar a cotizar e informarse de los distintos proveedores de servicio disponibles en tu nueva casa.

Quince días antes del cambio de casa: Comienza ordenar

Este es el período apropiado para deshacerte de lo que ya no usas o ya no te gusta. La popular consultora japonesa Marie Kondo, recomienda separar todo en 3 “pilas”: Lo que vas a botar, lo que quieres conservar y lo que vas a donar. Recuerda que si vas a donar ropa, tiene que estar limpia y en buen estado. Si quieres dar una segunda vida a tus objetos te recomendamos La Tienda Solidaria una plataforma web que reúne en un solo lugar varias de estas empresas cuyos aportes van a distintas fundaciones.
También es tiempo propicio para empezar a embalar aquellas cosas que no usas con tanta frecuencia, como la ropa fuera de temporada y los libros.

Una semana antes de la mudanza: Es hora del Salvoconducto y comenzar a embalar

En Chile, para cambiarse de domicilio hay que contar con el salvoconducto de mudanza. Este es un documento legal que se firma ante un notario de la comuna que se abandona. Este autoriza a una persona a ir de una vivienda a otra y tiene 5 días de vigencia desde el día que se emite. Revisa en los sitios web de las notarías que documentos debes presentar puesto que estos varían dependiendo si eres propietario o arrendador. 

Aprovecha también para notificar al conserje el día de la mudanza, en caso de que se requiera. Este tip corre tanto para tu vivienda antigua como para la nueva. Algunos edificios disponen de protecciones para que los ascensores puedan llevar artículos grandes sin dañarse, pueden programarlos para hacer viajes directos desde tu piso al lobby, o tal vez sea necesario reservar espacio para estacionar el camión. 

24 horas antes del cambio de casa: Planificar y embalar.

En una mudanza hay dos cosas claras, nadie se cambia de casa en un día y los accidentes pueden pasar. Planifica un botiquín con todos los remedios de urgencia que puedas necesitar en las próximas semanas. También deja a mano tazas, platos, vasos y cubiertos para tu familia, considera algunos extras si has contratado una empresa de mudanza. La mudanza es un deporte de alto rendimiento y practicarlo te dará hambre y querrás beber algo de tanto en tanto. Recuerda también vaciar, limpiar y descongelar tu refrigerador.

Al momento de embalar, enumera cada una de las cajas y anota una breve descripción. Usa papel film industrial para envolver objetos delicados como cuadros, lámparas o muebles. 

De manera separada guarda sábanas, almohadas y artículos de limpieza como escobas y bolsas de basura. En lo posible, trata de llevarlas tú mismo al nuevo hogar. Los objetos de valor como joyas, tablets o notebooks también deben ser trasladados por ti.

Si contrataste una empresa de mudanza, siempre mantén una actitud amable y colaborativa. Recuerda que el cambio de casa es una tarea en equipo. Para el traslado de cosas delicadas como sillas o sillones, observa que estén adecuadamente protegidos. Si crees que necesitan más protección no dudes en solicitarlo. 

Antes de irte o posteriormente, deja un tiempo para limpiar y ordenar la casa que dejas. 

Previo a que el camión se vaya con tus cosas, revisa bien la casa que dejas para asegurar que no se queda nada. Trata de llegar primero a tu nueva casa para recibir el transporte de la mudanza y verificar que no quede nada dentro del camión. 

El primer día en tu casa nueva, arma y tiende tu cama y la de tu familia, después solo desempaca lo necesario. Tómate el tiempo que estimes conveniente para desembalar lo demás. Recuerda el dicho: Casa nueva, Vida nueva. ¡A disfrutar esta nueva etapa!