Encontrar un arrendatario siempre supone riesgos, pero una vez tomada la decisión de alquilar, es clave adaptar un enfoque estratégico en la selección de los candidatos para ahorrarte dinero y unas cuantas molestias. 

A continuación, algunas recomendaciones a tener en cuenta para seleccionar a un buen arrendatario:

¿Necesitas corredores de propiedades?
Te ayudamos a encontrar los mejores corredores de tu zona

Solvencia y estabilidad

Cuando una persona manifieste interés en arrendar tu propiedad, lo primero que debes hacer es pedir cierta documentación: flujos de ingresos, ya sea con liquidaciones de sueldo (generalmente los últimos seis) o boletas de honorarios (con declaraciones de impuestos recientes). Existen instrumentos para constatar el nivel de endeudamiento del candidato (por ejemplo, Dicom), a través de los cuales podrás saber si tiene un crédito hipotecario o de consumo que lo pueda complicar financieramente a futuro. Si el eventual inquilino no da suficientes pruebas de solvencia, es aconsejable exigir garantías adicionales.

Una estrategia para estimar la viabilidad financiera de los candidatos, es calculando que el arriendo no exceda el 30% de sus ingresos, es decir, si un eventual arrendatario tiene un ingreso mensual de $1.800.000 como renta no le puedo arrendar una propiedad por $800.000.

Es importante considerar que si el nombre de un candidato figura en los registros comerciales, puede ser por una situación de cesantía en el pasado o incluso por una clonación de tarjeta. Lo importante es conocer su situación económica actual. 

Solidaridad ante todo

Es importante que, más allá de contar con los requisitos de solvencia y estabilidad laboral, el arrendatario tenga un codeudor solidario, que responda en el caso de que el primero no cumpla con sus compromisos de pago. Elige a aquellos potenciales arrendadores que cuenten con este respaldo, pues, frente a impagos, puedes exigirle el monto de arrendamiento a cualquiera de los dos. A diferencia del aval, que sólo puede actuar sobre títulos valores como cheques o pagarés, el codeudor solidario está obligado a responder por la deuda como si fuera el deudor principal.

Pago de garantía

Un buen arrendatario no debería poner obstáculos frente a la solicitud de pago de una garantía. La garantía que se solicita cuando se suscribe un contrato de arriendo de un inmueble se pacta de común acuerdo entre ambas partes y es plenamente legal. Lo habitual es que en los contratos de arriendo de bienes raíces se solicite una garantía que generalmente equivale a un mes de arriendo y se paga junto con la firma del contrato.

Retroalimentación oportuna

Un buen arrendatario proporciona oportunamente toda la información requerida y con detalles de contacto, demostrando con ello, su real interés en la propiedad y su idoneidad para asumir como arrendatario. ¿Se demora más tiempo de lo habitual en presentar sus liquidaciones de sueldo? ¡Ojo! Tal vez conviene asegurarse y constatar a través de otros documentos su estabilidad laboral, como con un certificado de antecedentes laborales y previsionales. 

Historial legal

Vemos caras y no corazones. Puedes encontrar al arrendatario “ideal” con buenos ingresos y trato afable, sin embargo, si buceas más profundamente -aprovechando las herramientas y recursos disponibles- podrías encontrar a un potencial estafador. Solicita a la persona a la que estás a punto de arrendar tu propiedad, un certificado de antecedentes. Si no hay nada que ocultar, debería entregarlo sin inconvenientes. Asimismo, en la página web del Poder Judicial puedes corroborar si el posible arrendador tiene demandas por incumplimiento en situaciones de arriendo anteriores.

Habilidades blandas

Si bien, el aspecto financiero es indudablemente importante (¡y mucho!), también es relevante que busques un perfil de arrendatario con algunas características que te facilitarán la vida. 

Porque, convengamos, puedes tener un arrendatario con ingresos suficientes para pagar el valor de arriendo de la propiedad y que incluso tenga un buen comportamiento de pago, pero si es una persona conflictiva o intransigente, con quien resulta complejo acordar visitas a la vivienda o que está en constante pugna con los vecinos, puede ser más un dolor de cabeza que un negocio. 

Un buen arrendatario es una persona de trato conciliador y de fácil comunicación. Si bien, es complejo hacerse de un perfil real de una persona con sólo un par de visitas a la propiedad, es bueno relevar esas primeras impresiones que sólo se dan con una entrevista personal.

Es muy conveniente que también identifiques el estilo de vida que te resulta más conveniente para seleccionar a un candidato. Es decir, establece a priori si buscas arrendar a una familia, a un estudiante o si preferirías un arrendatario joven en su primer trabajo, por ejemplo. 

Ministro de fe

Si bien, no es legalmente obligatorio firmar el contrato de arriendo ante un notario, para el dueño del inmueble es conveniente hacerlo, pues sirve como prueba en caso de llegar a un juicio. Con contrato firmado, ninguna de las partes puede desconocer la fecha o circunstancia de haberlo firmado. Si tu potencial inquilino se niega a formalizar el documento ante un ministro de fe (que en este caso es el notario), es probable que quiera resguardarse frente a eventuales impagos o incumplimientos del contrato y será mejor esperar al siguiente candidato. 

Decisión asistida

Como verás, seleccionar a un buen arrendatario para tu propiedad es un desafío que requiere de un enfoque inteligente y profesional, además, de mucha atención para advertir cualquier situación que ponga en riesgo tu patrimonio. Al asesorarte con un corredor de propiedades, puedes evitar costosos desalojos, impagos y posibles daños a tu propiedad.

Sólo un especialista puede ayudarte a establecer las condiciones contractuales de arrendamiento, instaurar mayor rigurosidad a la hora de disponer los requisitos y guiar los conductos regulares para trámites propios de la transacción como pago o devolución de la garantía. 

En Compara Corredores puedes hallar profesionales que harán todo lo posible para encontrar un arrendatario calificado para tu propiedad. ¡Buena suerte en la búsqueda de un buen inquilino!